
Gal 2:20 He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.
Muchas personas son difíciles de tratar, pues se comportan con altanería, y siempre tratan de humillar a los demás, especialmente cuando tienen un puesto donde pueden expresar su vacío y su amargura, e intimidar a los demás con sus actitudes.
Alguno podrá identificarse con este comportamiento, o conoce a alguna persona que tiene estos síntomas que le llevaran a quedare solo(a). Estas personas trataran de llenar ese vacío en sus vidas, en el alcohol, las drogas, el adulterio, el juego, en fin en muchos lugares donde las tinieblas se harán cada vez más densas y su estado ira empeorando, pues la falta de amor y el rechazo en algún momento de sus vidas los fue llevando hasta este estilo de vida. Pero el único que puede llenar ese vacío, y dar de ese amor incomparable se llama Jesús; el apóstol Pablo le escribe a la iglesia y le testifica que ahora vive por fe en aquel que dio su vida por El y por todo el que se acerque y le abra su corazón.
Prediquemos el amor de Cristo, es tiempo de proclamar la salvación. Si conoces a alguien que no conoce a Jesús como su salvador ora y muestra el amor que ha sido derramado en tu corazón y siembra la Palabra de Dios en su corazón, y el espíritu Santo hará la obra maravillosa de convencer de pecado.
¡PREDIQUEMOS A CRISTO! ¡ANUNCIEMOS SUS MARAVILLAS! ¡ANUNCIEMOS QUE LA PAGA DEL PECADO ES MUERTE! IANUNCIEMOS EL AMOR DE CRISTO!