
Cuando compramos una TV o cualquier otro aparato eléctrico por lo regular casi nunca se leen las instrucciones, y por lo consiguiente nunca sabemos todo los beneficios que obtenemos de esa inversión que hicimos. Simplemente conectamos el aparato tomamos el control remoto y vamos tocando todos los botones hasta que damos con lo que queremos, pero si tan solo nos tomáramos el tiempo para leer y seguir las instrucciones las cosa serian diferentes.
Lo mismo sucede en la vida cristiana, muchos dicen quiero oír la voz de Dios pero no sé cómo hacer, piensan que vendrá un relámpago de cielo y esa será la señal o buscan quien les dé una profecía, pero déjenme decirles que es simple hay que leer la Palabra de Dios; porque es ahí donde Dios nos habla. Pero no bastara solo con leer sino que hay que ponerla por obra, pues hay beneficios cuando oímos y obedecemos lo que Dios nos dice.
Es necesario que nos volvamos hacedores de la Palabra y no solamente oidores no podemos ser cristianos de predicaciones, busca la presencia de Dios lee la Palabra vive la Palabra porque entonces tu vida será diferente tu puedes porque tienes el Espíritu de Dios que es poderoso para ayudarte. Santiago:1:22
Pro 1:33 Más el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.
Lo mismo sucede en la vida cristiana, muchos dicen quiero oír la voz de Dios pero no sé cómo hacer, piensan que vendrá un relámpago de cielo y esa será la señal o buscan quien les dé una profecía, pero déjenme decirles que es simple hay que leer la Palabra de Dios; porque es ahí donde Dios nos habla. Pero no bastara solo con leer sino que hay que ponerla por obra, pues hay beneficios cuando oímos y obedecemos lo que Dios nos dice.
Es necesario que nos volvamos hacedores de la Palabra y no solamente oidores no podemos ser cristianos de predicaciones, busca la presencia de Dios lee la Palabra vive la Palabra porque entonces tu vida será diferente tu puedes porque tienes el Espíritu de Dios que es poderoso para ayudarte. Santiago:1:22
Pro 1:33 Más el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.